Oppenheimer no fue a Hiroshima
Visitar el país que fue bombardeado por dos artefactos que tú mismo diseñaste no debe ser fácil. Que se lo digan a Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica. El físico estadounidense viajó a Japón en septiembre de 1960, 15 años después de la catástrofe nuclear de Hiroshima y Nagasaki, ocurrida el 6 y el 9 de agosto de 1945. Las bombas lanzadas provocaron un nivel de destrucción total que resultó clave para la rendición de Japón y, por ende, para poner fin a la Segunda Guerra Mundial.
El primer conmocionado por el poder devastador de estos artefactos fue el mismo Oppenheimer, protagonista de la película homónima de Cristopher Nolan que está llenando las salas de cine este verano. El científico dirigió el Proyecto Manhattan, el plan de investigación y desarrollo de las primeras armas nucleares. Entre ellas estaban Little boy y Fat man , las bombas que explotaron en las tristemente célebres localidades niponas y que provocaron cientos de miles de fallecidos.
En su visita a Japón, Oppenheimer confesó su angustia por el desastre causado, a la vez que defendió el gran avance científico que supuso el desarrollo de artefactos alimentados con energía nuclear. “No creo que venir a Japón haya cambiado mi sentido de angustia sobre mi papel en esta historia. Tampoco ha hecho que me arrepienta por completo de mi responsabilidad por el éxito técnico de la empresa”, respondió el físico en una charla con la prensa nipona. Preguntado por sus sentimientos al visitar Japón, Oppenheimer resumió tajante: “No es que no me sienta mal. Es que no me siento peor esta noche que anoche”. “Tengo el deber y la esperanza de hablar y encontrarme con su pueblo sobre nuestros problemas comunes y sobre la dificultad que nos enfrenta”, reflexionó el físico.
Durante su viaje, además de atender a los medios de comunicación, Oppenheimer pronunció varias conferencias en Tokio y Osaka. Los japoneses, a pesar de lo que pudiese parecer, le recibieron con entusiasmo. No expresaron rencor, sino que consideraron útil su testimonio para conocer cómo gestionar un mundo cada vez más amenazado por unas armas nucleares que él y su equipo diseñaron. Sobre todo en aquella época, los años sesenta, cuando el planeta estaba inmerso en una crisis de los misiles y en una Guerra Fría que se podía calentar en cualquier momento.
“No está claro que sea práctico”, aseguró Oppenheimer sobre su no visita a Hiroshima en 1960
Quizá para no contribuir a ese calentamiento, Oppenheimer no fue a Hiroshima. “No está claro que sea práctico”, afirmó. Aunque también expresó su deseo, nunca cumplido, de visitar la ciudad “en silencio”, sin los periodistas que le acompañaban en el viaje de 1960.
Y es que visitar la localidad nipona no es sencillo para las autoridades estadounidenses, empezando por sus presidentes. Solo dos mandatarios han acudido. El último es Joe Biden, este mes de mayo, en el marco de la cumbre del G-7. Pero el primero que visitó la zona fue Barack Obama, en el 2016, 71 años después de la catástrofe.
Aunque Oppenheimer no visitó Hiroshima, la actitud receptiva de los japoneses contrasta con la frialdad de las autoridades estadounidenses hacia el físico. Empezando por el entonces presidente, Harry S. Truman, el encargado de pulsar el botón nuclear. El padre de la bomba atómica confesó a Truman que sentía tener “las manos manchadas de sangre”. El presidente estadounidense, enfadado, le contestó que la responsabilidad de esa decisión era únicamente suya como jefe de Estado. El mosqueo de Truman fue tan grande que pidió no ver nunca más a “ese científico llorón”.
Las relaciones no mejoraron con el sucesor de Truman, Dwight D. Eisenhower. Su Administración le rescindió el contrato como asesor de la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos, mientras Oppenheimer abogaba por la contención nuclear.
En cambio, bajo los gobiernos de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, Oppenheimer fue condecorado con el premio Enrico Fermi por sus contribuciones científicas. El galardón también tuvo el objetivo de limpiar las acusaciones recibidas a lo largo de una trayectoria profesional sin la que no se entendería la historia contemporánea.
El film aún no se ve en Japón
Los expertos de cine creen que las distribuidoras esperarán a que pase el inminente aniversario de los bombardeos para estrenar Oppenheimer. En la foto grande, el físico estadounidense y su esposa durante su viaje a Japón de 1960. En la pequeña, el hongo atómico de Hiroshima.
Lee también
Author Profile

- Allow me to introduce myself. I am Nathan Rivera, a dedicated journalist who has had the privilege of writing for the online newspaper Today90. My journey in the world of journalism has been a testament to the power of dedication, integrity, and passion.
My story began with a relentless thirst for knowledge and an innate curiosity about the events shaping our world. I graduated with honors in Investigative Journalism from a renowned university, laying the foundation for what would become a fulfilling career in the field.
What sets me apart is my unwavering commitment to uncovering the truth. I refuse to settle for superficial answers or preconceived narratives. Instead, I constantly challenge the status quo, delving deep into complex issues to reveal the reality beneath the surface. My dedication to investigative journalism has uncovered numerous scandals and shed light on issues others might prefer to ignore.
I am also a staunch advocate for press freedom. I have tirelessly fought to protect the rights of journalists and have faced significant challenges in my quest to inform the public truthfully and without constraints. My courage in defending these principles serves as an example to all who believe in the power of journalism to change the world.
Throughout my career, I have been honored with numerous awards and recognitions for my outstanding work in journalism. My investigations have changed policies, exposed corruption, and given a voice to those who had none. My commitment to truth and justice makes me a beacon of hope in a world where misinformation often prevails.
At Today90, I continue to be a driving force behind journalistic excellence. My tireless dedication to fair and accurate reporting is an invaluable asset to the editorial team. My biography is a living testament to the importance of journalism in our society and a reminder that a dedicated journalist can make a difference in the world.
Latest entries
Celebrities30/09/2023Arbitrary detentions, widespread practice in Mexico: UN
Celebrities30/09/2023Santos will take advantage of the postponed match against Monterrey
Latin America30/09/2023Querétaro vs León LIVE Matchday 10 Apertura 2023 Liga MX
World News30/09/2023Peru vs Chile: without Arturo Vidal, the 'red' squad list for the 2026 Qualifiers